Kokopelli, flautista y viajero.
Figura sagrada para muchos nativos del sudoeste norteamericano.
Viajaba de aldea en aldea con su flauta, derritiendo las nieves y trayendo la lluvia para propiciar las cosechas. Dándole fin al invierno y anunciando la llegada de la primavera.
Con una joroba en su espalda debido a los sacos de semillas y las canciones que portaba.
Para otros, Kokopelli es representada como una diosa, una mujer que contesta al aullido de los lobos con el sonido de su flauta, que representa también la llegada de la primavera.
Su figura fue representada en diversos petroglifos, en los que se inspiran las figuras de esta jarra.
De barro, modelada a mano, pintada con engobes naturales, bruñida con piedra, quemada a leña y curada con cera de abejas.